Acerca de Gustavo Larsen
Hablar de localismo es, hoy, una especie de negativa postura para un correcto análisis. Sin embargo, no podemos dejar de hacer tal referencia para justificar estas líneas que pretenden muy prietamente presentar a GUSTAVO LARSEN. Y apelamos a ello no con un sentido reivindicatorio, sino por necesidad de ubicar el mundo del citado grabador. La Plata no es una ciudad de grabadores ni hasta el momento se haya podido precisar la existencia de una escuela de arte que la identifique. Por qué entonces este “capricho” de resaltar el entorno.
La razón fundamental está en ciertas “pegas” que se producen en el artista que labora su obra en la ciudad. Como lo es el carácter pedagógico constante que se produce sobre todo a partir de la aparición de los maestros FRANCISCO DE SANTO y MIGUEL ANGEL LEGARTE. La trasmisión de ellos ha sido el valorar el diálogo profundo y no escatimar la trasmisión de todos los conocimientos técnicos que poseían y promover una militancia constante a través esencialmente en el campo de la xilografía.
Por otro lado el carácter de “siesta permanente” permite elaborar sin pausa un planeamiento de la obra y profundizar sus aspectos técnicos. Testimonia esto un carácter experimental que adquieren los productos en las distintas manifestaciones de la plástica. Una pléyade de artistas avalan tal postura aunando criterios universales que no aplacan los rasgos personales con propuestas esencialmente individuales.
GUSTAVO LARSEN es un ejemplo de tal enjudia pues practicando todos los enunciados mencionados basado en una tarea silenciosa, sin pausas pone el obcecamiento de todo aquél que tiene certeza de que su “insistencia” construirá las respuestas a planteos que se generan y alimentan desde campos diferentes. Hay un sello en sus trabajos. Investigador a grado experimental no por eso descarta el compromiso de ir jalonando sus etapas con obras definitorios. Su temática aborda un sentimiento de fraternidad y cuestionamiento latinoamericano. De esto ha tomado rasgos características hermanando con un fresco tratamiento actualizado, problemáticas que en forma permanente propone este “conflictivo y confrontado continente”.
Los papeles confeccionados por él mismo, el color utilizado con las estridencias o silencios aconsejables, testimonian una habilidad creativa de propio sustento y, no cansaremos de repetir, es el resultado de un “entorno” y los sucesos promovidos por éste, captados en su caso no únicamente con el sello tradicional que pretendemos, sino sumada una particular interpretación de sus imágenes.
Por otro lado si bien cada grabado en madera de su autoría, mantiene una individualidad por cada imagen, ésta se va convirtiendo en una “saga”. Lo que señalamos como una propensión de los grabadores platenses. Es que la calma y el tiempo que “corre largo” laboran espiritualmente al artista que no deja de relacionar lo ya realizado en confrontación permanente con lo que pretende realizar. Otra característica que genera una especie de taller-laboratorio que propone las relecturas que catapultan a nuevas interpretaciones más enriquecidas.
GUSTAVO LARSEN no es típico artista platense. Difícil tarea sería encasillarlo. Sí es un representante real de un entorno. A grandes rasgos hemos tratado de identificarlo. Razones de tiempo y espacio, evitando el riesgo y abuso de la adjetivación, depositamos la fe en una obra que no precisa la apoyatura de las palabras sino que se basa en un lenguaje plástico riguroso de formas y colores que certifican la existencia de un código comunicativo y por ende un alfabeto personal para expresar su mundo. Estará en la libertad respetada por Larsen de descifrarlo, sumarlo o anexarlo en conformidad a cada una de nuestras actitudes.