Tiempo de amistad

En el año 1989 mi amigo Carlos Pamparana me ofrece participar con un grabado en la revista que él editaba “Revista gráfica experimental 486”. Preparo para tal efecto una xilografía, la que, a través de un conjunto de signos, intentaba representar un año. Realizo una considerable cantidad de estampas sobre papeles de diferentes calidades y tintas de colores diversos. La idea era conformar 365 collages con partes de estampas, pero siempre rearmando la imagen, como si fuese un rompecabezas. Estos trabajos llevarían el nombre Crónica 89, irían numerados desde el 1/365 al 365/365 y llevarían además un sello con las fechas de cada día, desde el 1 ENERO 1989 al 31 DIC 1989. Realicé los primeros 200 collages necesarios para incluir en la revista, dado que esa era la cantidad de ejemplares que se realizaban, pero la revista nunca pudo concretarse. El tiempo quedó detenido. Las restantes 165 imágenes tampoco las finalicé nunca, aunque conservé el material para hacerlas. Aquí el tiempo se interrumpió, quedó latente. En el año 2019 fallece Carlos, su sorpresiva partida produjo en la comunidad artística un dolor profundo. Las 200 imágenes están en un baúl como parte de una interesante colección de grabados que resguarda su familia. Cuando se genera la propuesta bajo el tema “Tiempo sin tiempo” en la 22° trienal de Grenchen, entendí que era una óptima oportunidad para dar un cierre a esta historia. Con parte de las olvidadas estampas ya amarilleadas hice ahora 12 collages que titulé Tiempo de amistad. Las vivencias, las historias, los años compartidos se agolpan, entrelazan y confunden. Todo está allí, cual un transcurrir que se relata para revivirse y compartir.